jueves, junio 01, 2006

DE NACIMIENTO A COLINA EN PARO DE LÁPICES Y CUADERNOS


“Mirando, con desesperado volumen, los caballos de la juventud…”
Pablo de Rokha


Haciendo dedo en plena lluvia, huí de Parición, eludiendo los absurdos anatemas de una madre que…, y recalé en Colina. Colina es una zona bellamente campesina, donde el domingo posterior a Semana Santa se realiza una de las más espléndidas fiestas religiosas de Cuasimoso (cuyo significado deriva del latín Quasi modo géniti infantes, que significa "como niños recién nacidos"), con quema de Judas incluida y miles de jinetes celebrando la resurrección de Cristo.

Estoy estacionado en una villa de militares, en el sector de Peldehue, entre el aire puro, el silencio religioso y los caballos deambulando en los jardines de la noche y la terrible lectura de "Rojo y Negro", del francés Sthendal (1783-1842), un conservador que no sabía lo que estaba haciendo.

El martes 30 en la tarde fui a conversar sobre el poeta norteamericano Ezra Pound, con quien es tal vez su más eminente traductor a la lengua de Quevedo: el escritor y abogado Armando Roa Vial, quien no se hallaba en casa pues no lo contacté previamente. Como Roa vive cerca del Parque Forestal, quise asomarme al gran mundo para ver qué ocurría con la tan cacareada revuelta estudiantil...

La actual rebelión, nacida de una élite de muchachos sagaces y bien asesorados, es el intento de alteración social afirmativa más interesante de los últimos 17 años. Es un síntoma de algo. Quizá de un mejoramiento, incluso de un desaznamiento, de la realidad social en otros ámbitos.

Yo creo que los Fernando Villegas de este mundo (opinólogo televisivo chileno que las oficia de misántropo a sueldo, nada tonto y de la estirpe -aunque algo leprosa- del ironista Giovanni Papini... "la juventud es una enfermedad que se pasa con los años") deben estar buscando -desde el tormento de la envidia de no haber nunca sido, desde el desgaste del cuerpo y desde el fracaso de haber agachado antes de tiempo la cerviz- razones para no estar de acuerdo con algo que tiene ribetes gloriosos.

¿Que estos mozalbetes no tienen que preocuparse de parar la olla? ¿Qué los lidercillos bienpensantes son los mismos que después van a instalarse como miopes babosas en el edificio del poder, olvidándose de los inferiores a quienes azuzaron? ¿Y QUÉ CON ESO, SI BUENA PARTE DE LO QUE SE PIDE ES POSIBLE Y PERTINENTE Y CONSTITUYE -COMO ANTES DIJE- EL SÍNTOMA DE ALGO?

Tampoco soy yo de aquellos adultillos mendicantes -de la edad que fuere- que lagrimean de ominosa ternura cuando hablan de "qué lindos estos niños, ahhhh"; de hecho, no creo en la ética o estética tradicional de la edad, o en el "brillo" de una nueva y prometedora generación, la juventuuuud. Pero, bajo cualquier consideración, estoy de acuerdo con lo que han hecho, no sin antes dejar esbozada una pregunta: ¿ESTARÁN ESTOS HORMONÓFILOS DISPUESTOS A LIBRARSE DE OTRAS TIRANÍAS, COMO EL ACTUAL BASURAL TELEVISIVO, EL SÍNDROME FALLABELLA O EL INDIVIDUALISMO EXTREMO (A TODAS LUCES, LA LEPRA DEL SIGLO XXI)?...


…Bifurqué hacia la Alameda por calle San Antonio y vi perros rabiosos y anfetados en el rostro de esos verdes uniformes acolchados (si a los funcionarios de Carabineros de Chile se les hiciera un test de drogas, estoy cierto que varios saldrían mal parados). Los estudiantes, algunos periodistas aficionados y de medios, y algunos gratuitos pendencieros de valiente rostro cubierto, debatíanse entre el olor de las lacrimógenas -cuyo efecto se atenúa mojándose la cara- y el carro lanza-aguas. Un energúmeno de 1 metro 90 y 120 kilos levantó de una patada a un fotógrafo -cuya cámara quedó hecho mierda- antes de depositatlo en el carro policial. Yo me parapeté en Almacenes París, sintiendo que, al no tener aspecto criminal y denotar sincero miedo, me libraba de las flagrantes pateaduras de estos pungas con uniforme, cuya misión, consignada en su propio cometido institucional, es: “privilegiar la acción policial eficaz, eficiente, justa y transparente”. ¿Justa? Fueron más de 700 detenidos, como en los tiempos del Presidente Pinochet. Al menos pidieron disculpas… aunque no les van a hacer el test antidrogas. ¡Nunca tanto pues, a donde vamos a llegar!

...Me temo que nó. Me temo que este futuro esplendor seguirá repartiendo las hostias de la iniquidad y la sangrienta tiranía de los mejores pisoteando. ¡Individualistas del mundo, uníos!