martes, noviembre 07, 2006

COÑARIPE-LONCOCHE-TEMUCO...NACTO



"Vivir es asqueroso, escribir también", fue el primer grafitti que escribí en una pared, en este caso en uno de los baños de la universidad de mierda donde me titulé. Lo sigo suscribiendo plenamente, y le agrego un aforismo de Emil Ciorán: "Me gustaría ser libre, inimaginablemente libre. Libre como un ser abortado".

Estuve en Coñaripe, solo, escribiendo en una casa que no es mía. Algo después, el 4 y 5 de octubre, estuve en Loncoche (IX región), en una de las tantas "Fiestas Huachaca". Fui invitado por Orlando Campos (músico y gran animador de un metro cuarenta y cinco) y Ernesto Pincheira (colega feliz y escritor sin hambre), quienes le copiaron sabiamente la idea al sagaz punga de Dióscoro Rojas y a su gente. Este tipo de instancias suele llamar mucho la atención en pueblos chicos, porque provocan los alardes de choreza de tanta pituquita bien pintada o de más de alguna autoridad municipal que acude a comerse un pernil de chancho y a declararse "libertario, democrático y republicano" (casi siempre sin serlo), como sale en los estatuos del huachaquerío. En el evento declamé un cuento de mi libro recién publicado ("Palacio Larraín"), recibí pifias, aplausos, y el ver tanto sistema "Footlose" me sumió en la bebida y en el escándalo. Me quise propasar con la reina recién electa, agredí a varias gentes de palabra (entre ellas a un concejal Nacional Socialista llamado Erwin Krumbach), le robé el trago a otras y, al final, le regalé mi libro al hijo de puta que encabezó las pifias.

Al día siguiente estuve bebiendo con unos indigentes y con un albañil y regalé todos los libros que andaba trayendo (de ese acto sólo rescato haberle pasado esa apología de la resaca que es "Puerto Trakl" -del acibaroso Jaime Luis Huenún- a un payador de raza, pero cuya vida es menos socialmente modélica que la de Andrés Velasco).

Después estuve en Temuco con el artista visual Ramiro Villarroel y su sistema de imposturas- pedanterías-y-diarias traiciones, pero también de proterva risa contra los tetrapléjicos, enfermos mentales y gentes que vinieron aún peor que nosotros a esta vil mierda. También pernocté donde Claudio Maldonado (un amigo escritor, con quien puedo comunicarme como con pocos seres lo he hecho en esta letrina, lo que no me sirve de mucho porque él sólo piensa en estrujar mis conocimientos), y al día siguiente encontré casualmente a Leandro Muñoz, un colega muy sicótico a la hora de conversar (se masturba hablando a mares, con su esplendente voz de pito), pero con quien saqué adelante uno de los pocos logros que he tenido en esta enfermedad perpetua que ha sido mi vida.

Finalmente, llegué a NACIMIENTO y me sorprendió el calor, la estupidez, las rameras, los mongólicos sin down, los mal nacidos (todos los que viven en este pueblo de mierda que tiene un promedio de 35 suicidios anuales). Me enteré que 5 concejales defenestraron a la administradora municipal, una palurda que es amante del alcalde: un pobre diablo con poder, aunque parezca una contradicción.

Y así con la belleza de estar vivo. No saben cuanto le agradezco al Señor el haberme dado la vida. Haberme dado 125 puntos de CI (tengo la nota donde sale la prueba, a los 11 años...), y una vida perfectamente miserable. Gracias. Muchas gracias.

Si salgo sonriendo en una de las fotos de este posteo, es única y exclusivamente por saludable cinismo, o porque en las otras salgo aún peor de lo que soy. Por último, otra de Ciorán: "VIVO SOLAMENTE PORQUE PUEDO MORIR CUANDO QUIERA; SIN LA IDEA DEL SUICIDIO HACE TIEMPO QUE ME HABRÍA MATADO".